«Random»: El milagroso regreso del mejor Charly García posible

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(Publicado en Spot, Diario Clarín, 23 de febrero de 2017)

Aunque sin parecerse a ninguno de sus discos anteriores, el álbum linkea con distintas etapas de su carrera. Foto: Nora Lezano

Casi siete años después de la edición oficial de Kill Gil, Charly García vuelve a publicar una novedad en las bateas de las pocas disquerías que aún subsisten. Random saldrá a la venta este viernes en cd y vinilo (también estará disponible en las plataformas de streaming) y consta de diez temas nuevos, sin covers ni dos versiones de una misma canción, que condensan la mejor versión posible de Charly hoy: a los 65 años y tras una larga rehabilitación que aún transita, la aparición de este disco podría calificarse de milagrosa. Random no se parece a ningún disco anterior de Charly, pero sí linkea hacia distintos momentos de su carrera: aparece el Say No More, aparece el maravillizado, el sinfónico, el folk, el pop, está ese gusto por el rock británico de los 60s… diferentes destellos creados en iPads (es EL aliado musical de García desde hace unos años) y reinterpretados por seres humanos, con varias capas de instrumentación, pero respetando el formato canción a la manera de Charly. Rosario Ortega tiene un papel fundamental, porque es en quien se apoya García para mejorar su voz (que suena muy procesada en todo el álbum). También está Fernando Samalea traduciendo en batería acústica; y participan los chilenos Kiuge Hayashida Soiza (guitarra) y Toño Silva (batería), de la última banda que tuvo García. Todo lo demás, lo tocó Charly.

El miércoles se realizó una escucha para prensa en el teatro de Sony, sello editor, siendo Damián Amato, presidente de la filial argentina, el maestro de ceremonias: “Haber fichado a Charly es lo más importante de mi carrera. Y el disco me encantó: el maestro puso la vara muy alta”, dijo. Las luces se atenuaron y en sincro con la música, se proyectaron reproducciones del arte y las letras, que en general dan cuenta de todos estos años de encierro doméstico y muchas horas frente a la televisión. La portada muestra a un espectro de corte femenino, sin rostro, apoyado en la mesada de una cocina y enmarcado en trazos deudores del libro Líneas paralelas (2013). En una esquina, un ichthys (el pez / símbolo de los cristianos) encierra la palabra “random” otorgándole al álbum un perfil tan pisciano como religioso (en los créditos, Charly agradece a “los fieles de la Iglesia del Pescado”).

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En esa línea, con cierta épica celestial flotando entre el blues y el pop de pura cepa García, suena La máquina de ser feliz. El primer tema del disco fue adelantado a principios de mes pero, en rigor, fue estrenado en 2015 en un episodio de la serie Viudas e Hijas del Rock and Roll (Telefe). “La máquina de ser feliz la tiene el Papa, la tengo yo”, asegura. En Ella es tan Kubrick, un rock-and-roll-yo a media máquina, cita parte de la filmografía de uno de sus cineastas favoritos (Lolita, Full Metal Jacket, Ojos bien cerrados, El resplandor) para darle contexto a la historia de una chica “tan drogadicta” que “me hizo acordar a Fabi Cantilo”. Primavera es guiado por unas cuerdas campestres que remiten tanto al Zeppelin III como a Gustavo Santaolalla y a Jack Johnson, con la voz de Rosario en primer plano mientras Charly emerge para hacer un diagnóstico de sí mismo (“Ahora que estoy rehabilitado, saldré de gira otra vez… Siempre estaré pronto a renacer porque hoy yo estoy más joven que ayer”) y despotrica contra la tecnología (“No me mostres tus celulares, gramática fatal… arrobas y puntos, gramática de vegetal”). En Rivalidad reescribe un verso de No voy en tren (“Yo sé qué se imaginan cuando hablo de la cruz del sur”); mientras que Otro es un rock escapado de su luminosa época 82/84, con un característico diálogo entre batería electrónica y bajo que dirige la melodía hasta un valle sonoro digno de A Day In a Life (Beatles), hasta desintegrarla. Con el sonido ambiente de una tormenta comienza Lluvia, una marchita mid-tempo, melancólica, entre lo más destacado del disco, en la que recompone las partes de una pareja: “Ya ves, amantes otra vez, por eso es que hoy llovió”. Believe está íntegramente cantada en inglés y lo encuentra en trío junto a Toño y Kiuge, cerca de The Who. Amigos de Dios tiene una alta dosis de esa ironía aguda que lo caracteriza, preguntándose lo que muchos nos podemos llegar cuestionar una madrugada cualquiera frente a la tele: “Es medianoche en la televisión, cuando uno quiere algo de diversión. Con maquillaje y sin disfraz aparecen los amigos de Dios: son brasileros o de otro país (…) Cambio de canal, pero sigue el recital: ¿con qué mierda drogan a la gente?”. Spector es traccionada por su percusión y allana el camino hacia el final, con Mundo B: ¿B de Beatles? Los Fab Four vuelven a aparecer, esta vez explícitamente, con los versos “I wanna hold your hand” y “She loves you, yeah, yeah, yeah…” con los que Charly se despide hasta la próxima.

Como coda, apareció un saludo en forma de video: Charly García con su flamante Random en formato vinilo, mostró las fotos que le sacó Nora Lezano para el interior. “Acá estoy yo, tratando de ganar una regalía”, dijo como humorada y cierto fondo de verdad.